¿Qué importancia tiene la relación entre tu conciencia y las personas que apenas conoces?

¿Has observado en tu vida diaria cómo se dan a conocer las personas, cómo hablan entre ellas, la postura corporal que mantienen mientras lo hacen y la forma de moverse que adoptan, lo que expresan la mímica y los gestos y hacia dónde miran los ojos del interlocutor?

¿Dónde miran los ojos del interlocutor? ¿No te ha llamado la atención que con frecuencia lenguaje corporal y lenguaje hablado no coinciden? Cuando todo sale mal, las rodillas tiemblan y los pies se contraen, sin embargo deberíamos “guardar la compostura”, tener un aire cool e indolente, pero probablemente dejamos caer la cabeza y nos encogemos de hombros.

Metemos barriga y al mismo tiempo nos cuidamos de no parecer “tiesos”. Y cuando nos sentimos observados… ¿qué hacemos entonces con nuestro cuerpo? Fíjese en lo que usted mismo y los demás hacen, o en lo que hace cualquier conductor en lo que espera a que el semáforo se ponga en verde.

Así pasamos casi siempre por nuestra existencia cotidiana, sin ser demasiado conscientes de lo que hacemos. De vez en cuando nos rascamos la cabeza perplejos, nos quitamos un mechón de pelo imaginario de la cara o no sabemos que hacer con las manos…. Y no nos damos cuenta. Hablamos entre nosotros de muchas cosas, y la mayoría de las veces lo hacemos sin palabras. Las personas que viven conscientes de su cuerpo podrán mantener un contacto más sensible con su entorno. Para poder expresarse adecuadamente en función de la situación, deben entrenarse, mantenerse y ampliarse constantemente las funciones corporales.

Te propongo descubrirte a ti mism@ a través de tus movimientos: Observa paralelamente tus pensamientos y la forma de moverte. Notarás cómo con cada tipo de pensamiento hay una variación sutil en tus movimientos, tal vez se vuelvan más ligeros o pesados, rápidos o lentos, prolongados o directos, etcétera. Lleva un registro de tu observación en una libreta y notarás cómo información y respuestas de ti mism@ empiezan a caer suavemente como parte de un rompecabezas. Disfruta